sábado, 6 de julio de 2013

NIÑOS CON DIFICULTADES DE APRENDIZAJE. (D.A.) COMPRENDER EL LENGUAJE DE LA AMISTAD. (PRIMERA PARTE)


Si bien muchos niños con Dificultades del Aprendizaje(DA) saben cómo iniciar una amistad, con frecuencia no logran mantenerla en el tiempo por dificultades en la resolución de conflictos. Escuchan las palabras de sus amigos, pero malinterpretan su intención (por ejemplo, las echaderas de bromas amistosas).

Debido a sus dificultades en el procesamiento del lenguaje, tienden a ser malos oyentes. Bien sea por dificultades para comprender la comunicación verbal y no verbal o por tener que esforzarse para entender mejor la información, frecuentemente la clasifican en categorías simplistas, tipo “blanco y negro” (por ejemplo, bueno y malo).

En lugar de entender las sutilezas de la etiqueta social, de hacer preguntas para mejorar la comprensión o de comprender que posiblemente un comentario hiriente no fue malintencionado, los malentendidos no resueltos pueden convertirse en conflictos que lleven al rompimiento de una amistad.

Escuchar vs. Entender. Comprendiendo el mensaje no verbal

En el caso de muchos niños con DA, el problema no radica en poder escuchar sino en poder comprender cómo se acoplan la comunicación verbal y la no-verbal.

Asumen que si comprenden las palabras expresadas por sus amigos, no tienen que prestar atención a su lenguaje corporal.

Sin embargo, el lenguaje corporal, el tono de voz y otras formas de expresión no verbal 


frecuentemente son más relevantes para comprender las intenciones de una persona que lo que dicen sus palabras. Un niño con DA puede esforzarse tanto para comprender el mensaje verbal que deja de percibir los mensajes más sutiles o la forma en que la conducta no verbal complementa o contradice el mensaje verbal.

Ante discrepancias entre las palabras expresadas y el lenguaje corporal del interlocutor, es posible que los muchachos con DA malinterpreten la comunicación al…

- No percibir la diferencia entre los buenos modales y una comunicación auténtica
- Escuchar críticas cuando no fue la intención del interlocutor
- Asumir que una echadera de bromas amistosa es en realidad una crítica poco amistosa
- Interpretar la comunicación en términos de “blanco y negro”, bien sea de forma muy positiva o muy negativa 

Uno de los problemas frecuentes es interpretar los mensajes verbales de los amigos de manera demasiado literal. 

Es posible que enseñáramos al niño a identificar e incluso interpretar el lenguaje corporal, pero no le enseñamos cómo interpretar el mensaje verbal cuando el lenguaje corporal lo contradice. 
Debemos hacer énfasis en que si las palabras de la persona no concuerdan con su lenguaje corporal, hay que prestar más atención al mensaje no verbal que a las palabras en sí.

Los mensajes no verbales se transmiten mediante el tono de voz, las expresiones faciales y la postura corporal y son indicadores más exactos de cómo la persona se siente en realidad. Usualmente es más fácil decir lo que se espera de nosotros, pero cuando nuestros sentimientos no son consistentes con nuestro mensaje verbal, nuestro lenguaje corporal usualmente contradice nuestras palabras.

Por ejemplo, es posible que nuestro interlocutor evite el contacto visual, tenga un tono de voz forzado
 o una expresión facial o postura corporal poco amistosa, que contradiga sus palabras. Cuando existe 
ese conflicto, el mensaje no verbal puede invalidar el mensaje verbal. Por ejemplo, si tu tío Carlos te dice “Te quiero” pero su tono de voz es áspero, evitando el contacto visual o mirando para otro lado cuando te lo dice, probablemente algo no esté bien. Si bien la mayoría de las personas entiende que el mensaje no verbal puede contradecir el mensaje verbal, esto no siempre resulta aparente para los muchachos con DA.

Cómo enseñar a los niños a comprender la comunicación no verbal

Usualmente los muchachos responden bien cuando reciben instrucción directa sobre cómo leer el lenguaje corporal y cuando tienen oportunidades para practicarlo con sus amigos y familiares.  Para mejorar la comprensión del lenguaje corporal, es importante estar atentos a las consistencias. Siguen algunas preguntas que el niño puede hacerse sobre su interlocutor:
- ¿Se ajusta su tono de voz con lo que sus palabras expresan?

- ¿Mantiene el interlocutor el contacto visual o mira para otro lado?
- ¿Parece nervioso? ¿Luce incómodo?

Cuando las palabras y el lenguaje corporal no coinciden, hay muchas formas de interpretar el mensaje “real”. Una posibilidad es que el interlocutor esté evitando una confrontación directa. La mayoría de nosotros utilizamos expresiones convencionales y apelamos a los buenos modales para evitar herir los sentimientos de los demás. 

En teoría, es mejor ser evasivo e indirecto en lugar de rechazar directamente. Para evitar la incomodidad, hemos adoptado frases generales e indirectas tales como “Me parece muy bien… vamos a ver… te llamo luego… etc.” 

Estas expresiones pueden confundir al niño con DA que no comprende que en realidad el amigo no tiene intención de llamarlo más tarde. El mensaje real lo transmitiría el lenguaje corporal del interlocutor quien refleja su insinceridad evitando el contacto visual.

Estas sutilezas eluden a muchos niños con problemas en el procesamiento del lenguaje. Sería preferible obtener una respuesta directa como, “No, no quiero jugar contigo ahora” en lugar de un “Tal vez”. Es posible que el mejor amigo del niño esté dispuesto a ser directo y sincero pero las personas con quienes tenemos menor grado de familiaridad probablemente sean indirectas al rechazar una invitación.

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